Tres caballeros franceses aprovechándose de la hospitalidad de un noble cacereño que los alojo en su casa, deshonraron a su hermosa hija. Después de que los tres caballeros partieran, el noble descubrió la acción de los franceses y este partió enseguida tras ellos. Así, los alcanzó y los reto a un duelo y les dio muerte con gran ensañamiento. La venganza llegó a oídos del rey de Francia. Este pidió a uno de sus vasallos que fuera en busca del cacereño y le diera escarmiento por verter sangre de sus súbditos. Pero el noble, venció de nuevo al enviado por el rey. El rey frances pidió que fuera él que se batiera en duelo con el noble cacereño a muerte. El noble, conocedor de la fama de buen espadachín del rey, escogió al monarca para batirse en duelo. De nuevo el noble cacereño resulto vencedor, pero esta vez con la punta de su espada sobre el cuello del rey a punto de acabar con él, este le espetó que pidiera lo que quisiera y se marchara para siempre de su reino. El cacereño pidió en